Se tiene conocimiento de la existencia de tapices y tejidos desde la Antigüedad, tanto en Egipto, como en Asia o en la América precolombina.
La mayoría de las civilizaciones de la Antigüedad, conocía el arte de reproducir figuras en un telar, más o menos complicado.
Documentos situan su primera aparicion en el borde del Nilo, varios miles de años antes de nuestra era.
Se encontraron trozos de tapiz y textil en la tumba de Tutankamon.
La restauracion y conservación de los tejidos antiguos, esta siendo, desde hace poco tiempo, estudiado con la atención que merecen esas obras de arte únicas y delicadas.
Se trata ante todo de detener su progresivo deterioro.
Como en la restauración de un tapiz, el tratamiento que debe aplicarse, esta siempre, precedido por un estudio minucioso del estado de la obra.
La humedad acumulada provoca, que las fibras se hinchen, o el exceso de calor que produce la desecación de los tejidos y los hace quebradizos.
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